Tras la aparición en las Fiestas en Honor a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca de los Grupos del Bando Cristiano: de la Soberana Orden del Temple, Arqueros del Rey, Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Aragoneses y Caballeros de Santiago; el siguiente colectivo festero en irrumpir en la misma fue el de los Caballeros de Navarra en 1965. Al igual que el resto de grupos cristianos y moros en nuestra ciudad, nuestro colectivo festero adopta su nombre bajo un cierto rigor histórico, representando aquellos caballeros medievales venidos desde tierras del norte a colaborar en la Reconquista del vecino Reino Nazarí de Granada.

La ausencia de libros de actas del Grupo Caballeros de Navarra hasta el año 1977 nos condiciona a buscar las primeras referencias a nuestro grupo en los libros de Actas del Bando Cristiano. En ellos encontramos la primera cita a “los navarros” en la reunión de Bando de fecha 21 de abril de 1965. Tras una detenida lectura de las citadas actas, observamos el importante respaldo que durante dos años ejerció el Grupo de Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén sobre los Caballeros de Navarra; haciéndose cargo de su dirección económica y, a su vez, otorgando la suficiente autonomía para la autogestión.

El 29 de abril del 65, el Bando Cristiano acuerda designar a los Caballeros de San Juan de Jerusalén y Caballeros de Navarra para escolta del Rey, siendo considerada ésta, la primera salida del grupo navarro en las fiestas de la Cruz, y participando en la misma un total de 20 componentes dirigidos por, D. Pedro Díaz Martínez como “jefe de grupo”, acompañados por Dña. Manola Romero Romera como madrina y luciendo una vestimenta medieval diseñada por Perico “El Alto”, que se componía de una casaca y botas en color ocre, capa marrón y mallas tintadas en gris; y como armamento, espada y escudo rojo con cadenas en relieve.

Finalizadas las fiestas de 1966, llegado el mes de septiembre, y tras dos años bajo el padrinazgo de los Sanjuanistas, los Caballeros de Navarra se independizan e integran en el Bando Cristiano. Este hecho también queda reflejado en el acta de la reunión del Bando Cristiano de fecha 27 de septiembre de 1966, donde dice: “... [Los caballeros de San Juan]...que además necesitan dejar de ser los tutores de los navarros, ”. Seguidamente se acuerda que “al quedar los navarros fuera de la tutela de los Caballeros de San Juan, pide a D. Félix Ruiz Medina que los asesore, ya que hay que tener en cuenta su menor edad”.

Las fiestas de 1967 marcaron un importante cambio en nuestro colectivo, al hecho de que son las primeras donde se participó de forma autónoma como miembros de pleno derecho dentro del Bando, se unió un proceso de renovación de componentes y vestuario sacando un nuevo traje de color verde con capa y botas en color ocre y mallas negras conservando el escudo original, circunstancia que permitió ceder el traje antiguo a un nutrido colectivo femenino denominado Infanzonas de Navarra, que desfilaron junto a los jóvenes festeros navarros durante más de una década, aportando una nueva seña de identidad a nuestro grupo festero que durante estos primeros años fue identificado por su juventud, forma de desfilar y vistoso vestuario.

Finalizando la década de los 60, el Grupo Caballeros de Navarra apuesta nuevamente por la renovación de vestuario, estrenan un traje azul turquesa y seguidamente uno de los trajes más significativos del grupo, el traje de coraza de chapas que perduraría hasta bien entrados los años ochenta. La acertada propuesta de ceder los trajes antiguos al colectivo femenino supuso un importante fortalecimiento de las Infanzonas y la consolidación del grupo matriz masculino.

La estructura organizativa de la fiesta, a través de los Bandos, permitía la posibilidad de generar ingresos a través de ventas, rifas y sorteos en los festeros implicaban a la mayoría de la población caravaqueña. Estos ingresos generados por el Bando Cristiano eran posteriormente repartidos entre los grupos cristianos. De estas ayudas directas del Bando, junto a otras actividades culturales y lúdicas organizadas particularmente, y con la preceptiva autorización del Bando, se obtenían la totalidad de los recursos económicos necesarios para la música y el vestuario de los distintos colectivos festeros. En nuestro caso, los navarros tenían concedida la autorización para poder realizar la denominada “Postulación” (petición de donativos a cambio de un pequeño trozo de tela con el emblema del grupo) durante el inicio de los desfiles.

Finalizando la década de los sesenta, se apostó por la organización de atractivos espectáculos en los locales culturales de la época contando muchos de ellos con llenos absolutos que reportaron importantes beneficios.

Entre los eventos culturales patrocinados por el grupo navarro destacamos por su significación y éxito el denominado “Súper-espectáculo Musical Fantasía de Colores”: bailes, canciones, conjuntos, ballets y ritmos con una selección musical de ayer, de hoy y de siempre” que, bajo la dirección de D. Antonio Medina se celebró en el Gran Teatro Cinema de Caravaca de la Cruz el miércoles 5 de marzo de 1969 en doble sesión de 7,30 y 11 horas. Este espectáculo, musical y humorístico, fue un auténtico éxito en el que intervinieron los propios componentes del grupo junto a aficionados locales, haciendo pasar a quienes lo presenciaron una velada inolvidable. La realización del citado evento musical fue posible gracias a la estrecha colaboración iniciada por los dirigentes del grupo con D. Antonio Medina García, entonces componente de la Kabila Abul Khatar, y permitió obtener unos importantes ingresos que servirían para la confección de una nueva vestimenta festera.

Durante estos primeros años de vida del grupo navarro, fue dirigido por D. Pedro Díaz Martínez (1965-1967) y D. Francisco Sánchez Arias (1968-1971). Desgraciadamente no ha quedado constancia escrita de los acuerdos adoptados en reuniones por carecer en esta etapa de libros de actas del grupo.