La década de los setenta marca el inicio de la consolidación de nuestro grupo en la participación de las fiestas en honor a la Santísima y Vera Cruz. Durante los primeros años nuestro colectivo aportó, a través del grupo masculino, femenino y en ocasiones infantil, innovaciones a los desfiles de Caravaca con vistosos vestuarios y variedad musical transmitiendo una imagen alegre, juvenil y divertida compartida con la Kabila Abul Khatar, con quienes se desfiló conjuntamente durante esta etapa.

Por motivos laborales y de estudios, la mayoría de fundadores navarros abandonan el grupo, cuestión que provoca un importante cambio en nuestras filas navarras, donde se incorporan nuevos componentes que participan en las fiestas formando un consolidado grupo de amigos que dirigirán el devenir del colectivo festero hasta bien entrada la década de los ochenta.

En lo referente a vestuario, al traje de chapa dorada con capa verde que perduraría durante toda la década de los setenta, convirtiéndose en uno de los más significativos del grupo, se incorporaron nuevos atuendos como el traje azul oscuro con capa y botas negras con el que desfiló hasta 1973, cediéndolo posteriormente al grupo de infantes. A éste lo sustituyó el traje negro con capa roja y leotardo negro que también se convirtió en elemento identificativo de los navarros. En 1976 se confeccionó un nuevo traje compuesto por casaca blanca y mangas fucsia con colgantes dorados y capa azul, que, no siendo del agrado de todos los componentes, pasó de forma inmediata a formar parte del vestuario de las Infantas de Navarra.

Durante los setenta se transforma la organización financiera que había permitido el soporte de grupos cristianos desde la renovación de las fiestas en 1959. Hasta mediados de la década los colectivos festeros pertenecientes al bando se nutrían de la pequeña contribución que de forma rotatoria se recibía del Bando generada de la organización y participación en rifas, sorteos y loterías que se completaba con otras actividades, autorizadas por el Bando y la Comisión de Festejos, promovidas de forma particular por los colectivos festeros.

Para este funcionamiento era necesario conocer las necesidades de cada uno de los grupos cristianos, como así se refleja en las reuniones de Bando Cristiano de fecha 20 de febrero de 1971, 3 de febrero de 1972 y 15 de marzo de 1975. A mediados de la década, esta estructura comienza a tener serios problemas como vemos en los acuerdos de la Asamblea del Bando Cristiano de 12 de marzo de 1974, donde se plantea la imposibilidad de subvencionar a los grupos cristianos. El cambio en la estructura económica del Bando Cristiano provocará que los grupos cristianos comiencen una nueva etapa para obtener recursos económicos que desembocará en la instauración de las cuotas por componente que junto a la solicitud de “exclusivas económicas” (proyectos de ventas de artículos en exclusividad por parte de los grupos) y la venta de papeletas de rifas y loterías modificaron considerablemente el modo de financiación de los festeros. En este difícil contexto económico, el Grupo de Navarra inicia el proyecto de Captación de Socios Protectores, con objeto de integrar a personas allegadas, por amistad o parentesco, a nuestro grupo y que con la aportación de una módica cuota participaban en cenas, comidas y bailes celebrados en el Refugio Navarro. Esta campaña consiguió integrar a la mayoría de socios protectores como componentes.

Entre los actos más destacados en esta etapa para los Caballeros de Navarra, queremos hacer mención al nombramiento efectuado el 21 de abril de 1979 a favor de D. Antonio Medina García como Presidente de Honor de nuestro colectivo por su “gran interés, entrega y colaboración“.

Con el fin de esta década comienza el estancamiento en el crecimiento del grupo, disminuye el número de componentes y provoca un importante cambio en el futuro funcionamiento y organización del grupo.

Durante los setenta el Grupo Caballeros de Navarra fue dirigido por D. Francisco Sánchez Arias (1968-1971), D. Salvador García Álvarez (1971-1978) y D. Juan Antonio Ros Fernández (1978-1979). De los dos primeros no conservamos documentación y bajo la presidencia del último se abrió el primer libro de actas del grupo que conservamos y en el que se reflejan un total de 6 reuniones bajo su mandato.